-”Chúpamela” le dije suave pero firmemente. Como si fuera sugerencia, pero fue una orden.
Ella no lo dudó un segundo, poruqe inmediatamente acomodo sus gafas, recofio su pelo, se arrodilló frente a mi y me acarició el bulto que tenia en mi entrepierna.
Me miró desde allí abajo y saco mi verga qu casi le pega a la cara de la excitación.
Abrio su boca y me lo mamaba con tanta dulzura que no lo aguante.
Queria vengar mis tenis dañados por su estúpido acto.
Asi que la tome de la cabeza y le meti mi verga todo lo que pude hasta hacerla ahogar un poco. Solo le pude meter la mitad, no le cabia mas.
Lejos de ofenderse parecio exitarle, y siguió mamandomelo asi, hasta el fondo.
Que rico.
Merecia ser castigada y eso haria.
Lo saqué de su boca y le pegué lo mas duro que pude.
Una vara erecta, firme que golpeaba sus mejillas ahora enrojecidas.
-”que estúpida” pensé mientras la veia ahi, tan deseosa.
-”Trae un condón” le dije.
Ella rápidamente entró en su cuarto y tomó uno de su mesa de noche.
Yo me lo puse y baje sus shorts. Noté su excitación, su vagina húmeda, su vulva hinchada.
Su hipersensibilidad en el clítoris.
La puse de espaldas y le di una nalgada fuerte que ella respondió con un suave gemido.
Le encantaba que asi la tratara, ya habiamos estado antes y sin hablar yo me habia dado cuenta que le encantaba el sexo duro. tal vez nadie había sacado ese instinto.
Le di nalgadas con mi verga en ese culo firme, redondo, hermoso que tanto me exitaba ver en shorts.
Tome con mi verga con la mano y describí sirculos en su vagina. Queria sentir con se mojaba, como me las pagaba.
Se la meti poco a poco, sintienndo lo caliente que estaba.
Tan estrecha esa cuca. apenas cabia mi pene y hacia sobresalir sus labios mayores, que chorreaban de su humedad. Comencé darle hasta el fondo
Ritmicamente, golpeaba con mis piernas sus nalgas, golpeaba con mis manos sus nalgas.
Agarraba sus tetas firmes muy fuerte.
Su pezones cafes, duros y muy erectos.
Disfrutaba sus gemidos.
Sentia sus adentro que me apretaban y ella aguantaba las ganas de gritar.
De repente lo sentí.
Un orgasmo que sabia que debia usar como a ella le gustaba.
-”quiero llegar sobre ti”
-”donde quieres?” me sijo con voz entrecortada.
Tu cara.
Se agachó.
Dispuso su boca y su cara para ser llenada de semen.
Cada uno a su cuarto.
Oliendo a sexo.
Agitados
Volveria a pasar.
Siempre pasaba de nuevo.