Una niña, una mujer.
Deberia tomar ventaja de ella?
Alli estaba, con frio, en la entrada del centro comercial.
Allí nos habiamos puesto la cita.
No la recordaba de ese modo. En mi mente era esa vecinita timida, que la veia muy de vez en cuando cuando iba al colegio.
Hace mucho no sabía de ella, ni la recordaba a decir verdad.
Pero hubo algo en esa solicitud de amistad de Facebook que llamó mi atención.
Llego de repente. Me tomó un par de segundos recordarla.
La acepté, y cual sería mi sospresa al ver a esa niña, esa mujer mejor dicho, en la cual se habia convertido. Agradecí al cielo por ponermela de nuevo en el camino.
Voluptuosa. Morena. Ojos profundos y negros. Crespa, muy crespa.
La deseaba. Lo entendí desde que vi una foto en la cual se asomaba timido su escote...